Un 2 de agosto de 2017, ocurrió la violación y lesbicidio de la artista y Dj chilena Anna Cook. La misma cantidad de tiempo lleva su madre exigiendo justicia para un crimen que sigue impune, y en el cual se cometieron graves errores a la hora de manipular evidencias y establecer las reales causas de su muerte.
El sistema otra vez nos recuerda que las mujeres atravesadas por distintas opresiones tienen menos posibilidades de ser escuchadas, apoyadas, buscadas y honradas tras su muerte. Pensemos en el caso de las niñas de Alto Hospicio y el juicio moral del que políticos y jueces jamás se retractaron, pensemos en Nicole Saavedra y la infructuosa investigación que solo tras movilizar a nuestras compañeras lesbianas por años en la quinta región, logró dar con el culpable.

Pensemos en Nabila expuesta en los medios con descaro, en Antonia juzgada por su ex pareja, sus amigos, por el abogado infame que defendió a su agresor y que incluso fue tratada de “loquilla” por un periodista de televisión. Pensemos en Gabriela que su violación por parte de 3 hombres y posterior suicidio, no instó a las autoridades a perseguir a quienes entorpecieron la investigación, ni se retomaron pruebas clave para buscar la tan esquiva justicia.

Las Mechas abrazamos a Kattia, madre de Anna y le decimos que aquí estaremos para recordar a su hija y a todas nuestras compañeras heridas, mutiladas, violadas y asesinadas.

Para más información ingresen a:
justiciaparaannacook.com

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